Qué cambió este Día de la Nakba de los anteriores?

Este Día de la Nakba fue diferente dado que aconteció después de muchos sucesos de la denominada “Primavera Árabe”. Pareciera que los palestinos sintieron que los dejaron afuera, en el momento en que la atención del mundo y los Hermanos Musulmanes se volcaron a las reformas políticas, revueltas, elecciones, leyes, juicios penales, todo menos el conflicto israelí-palestino.
Fue necesario hacer uso de ese “Día de la Nakba” para acceder, otra vez, al escenario y exigir la atención. Con el Presidente Obama hablando en la semana sobre la “Primavera Árabe” y esperando la visita del Primer Ministro Biniamin Netanyahu, consideraron que, el momento, era propicio para posicionarse, otra vez, en el centro de las miradas. “Estamos aún aquí”, dijeron los palestinos.
Es sorprendente que, el número de manifestantes en Jordania, que llegaron a la frontera con Israel fue cero mientras, en la frontera con Líbano y Siria, hubo violencia. Ese solo hecho demuestra que lo ocurrido contó con la cobertura de Hezbollah y el régimen de Assad. El rey de Jordania no quiso problemas. Es por eso que hubo manifestaciones pero no incidentes o violencia en la frontera a lo largo del Río Jordan o más allá del límite.
El régimen sirio y Hezbollah aspiraban a aprovechar ese Día de la Nakba para desviar la atención de los levantamientos en Siria. Entonces, organizaron los problemas. Hace unos días, Rami Mahluf, sobrino de Assad (y socio de sus delitos económicos) amenazó diciendo: ”Si aquí no hay estabilidad, no hay ninguna posibilidad que, en Israel, la haya”: Entonces, ese Día de la Nakba fue diferente dado que, el régimen sirio, se vio luchando por su existencia y aprovechó el suceso para provocar derramamiento de sangre, El único dato cómico -más bien comedia negra- de esa situación fue proporcionada por Bashar Assad que tomó un intervalo de tiempo – en la matanza de manifestantes a lo largo de todo Siria, a fin de condenar a Israel por la violencia contra los manifestantes.

Ese Día de la Nakba es diferente de otros años dado que llega, exactamente, después que los palestinos festejaran un acuerdo de unidad entre Hamas y Fatah. El objetivo es llevar, a Hamas y a la OLP (bloque responsable de la negociación con Israel), hacia el interior del gobierno palestino. Cuando fuentes oficiales, por parte de Hamas, hablaron este año del Día de la Nakba, lo hicieron no como enemigos de la Autoridad Palestina, ni como líderes perseguidos por las fuerzas de seguridad palestinas sino como futuros funcionarios oficiales de la Autoridad Palestina y como miembros y líderes de la OLP.
Eso, de por si, es lo suficientemente malo. Pero lo peor del Día de la Nakba 2011 no fueron las diferencias con años anteriores. Fue la continuidad; la catástrofe que triunfó no es la ruina árabe de 1967 y un acuerdo del estilo de Camp David sobre Cisjordania que la hubiera modificado.
La ruina no fue la ampliación de asentamientos y, las exigencias palestinas, no podían ser respondidas por medio del congelamiento de la construcción.
Tampoco se enfocaron en la próxima votación de septiembre, sobre el reconocimiento al Estado palestino como miembro de Naciones Unidas, y no es posible responder a sus demandas a través de la declaración de Estado Unidos de utilizar su derecho a veto.
La demanda del Día de la Nakba es que se anule la creación del Estado de Israel de 1948. Cuando el jefe del gobierno de Hamas, Ismail Haniye, habló el domingo en su discurso en Gaza, le dijo al público que manifestaba: “Con la gran esperanza de poner fin al proyecto sionista en Palestina” y, la semana pasada, el Presidente palestino, Mahmmud Abbas, dijo: “Nunca renunciaremos al Derecho al Retorno”.
Eso es lo que los líderes palestinos continúan diciendo a su gente y enseñando en sus colegios. Para los israelíes (y todos aquellos que pretenden la paz en el Medio Oriente) esta es la verdadera catástrofe.

Elliott Abrams

Standard Weekly

Fuente: cidipal