Páginas

23 de febrero de 2012

Ellos tienen refugiados, Nosotros tuvimos refugiados



Durante la Guerra de Independencia de Israel, (1948-1949), los generales de los ejércitos árabes invasores pidieron a la población árabe que "temporalmente abandonen sus hogares para dejar campo libre para echar a los judíos al mar". Azzam Pashá, Secretario General de la Liga Árabe declaró, "Será una guerra de exterminio. Una masacre histórica inmensa que se comparará a las masacres de los mongoles o de las Cruzadas".

Las cosas no resultaron de acuerdo a lo que Azzam Pashá había profetizado. El abandono "temporal" dejó de ser temporal, y los árabes que abandonaron sus hogares fueron recluidos en campamentos de refugiados. El número de ellos no es preciso, y, de acuerdo a diversos historiadores, fluctúa entre 500,000 a 700,000 personas. Las Naciones Unidas crearon una organización especial, UNRWA, (independiente de la organización de refugiados, UNHCR, que ayudó a absorber refugiados después de la Segunda Guerra Mundial, incluyendo a millones de alemanes étnicos expulsados de Checoslovaquia, Polonia y Hungría, que rehicieron sus vidas en los países donde fueron recibidos).

La UNRWA, a diferencia de la UNHCR, no tiene como objetivo la absorción de los refugiados sino la perennización de ese status. La ley internacional establece que el status de "refugiado" es individual y no se puede transmitir a los hijos, ni se puede recibir como herencia, pero el caso de los árabes que salieron de Palestina, es distinto, hijos, nietos, y ahora también bisnietos, han recibido el status de refugiados, y la UNRWA los sigue manteniendo, durante ya más de sesenta años, en míseros campamentos, ya que los países anfitriones se niegan a absorberlos, y los empleados de la UNRWA temen que una solución al problema significaría la perdida de sus empleos y de sus salarios.

El otro lado de la moneda es que los países árabes expulsaron a los judíos que habían vivido en esos territorios durante dos milenios, desde mucho antes de la conquista árabe. Se calcula que más de 800,000 judíos emigraron o fueron expulsados de los países islámicos. De ellos 600,000 llegaron a Israel, procedentes de Marruecos, Libia, Túnez, Egipto, Siria, Irak, Yemen e Irán.

A nadie le pareció extraño el hecho de que, a diferencia de los refugiados árabes, los refugiados judíos no recibieron ninguna ayuda de las Naciones Unidas, ni tampoco se creó para ellos una organización similar a la UNRWA.

Israel les abrió las puertas, y los absorbió, pero durante los primeros años, debido a la pobreza del país, los refugiados vivieron en maabarot, (palabra que significa campamentos de tránsito), durmiendo en carpas.

La diferencia entre los maabarot en Israel y los campos de refugiados palestinos en los países árabes, es que las maabarot eran campos de absorción mientras que los campos de la UNRWA tienen el objeto de perennizar el status de refugiados de sus pobladores, para mantener vivo el conflicto árabe-israelí.

Hoy, los descendientes de los míseros refugiados judíos de los países islámicos, son personas trabajadoras, prósperas, que ocupan importantes puestos en la economía y gobierno de Israel. No hay refugiados en Israel.

Gradualmente, las maabarot se convirtieron en ciudades, incluyendo Kiriat Shmona, Shderot, Beit Shean, Yokneam, Or Yehuda y Migdal HaEmek. La última maabará se cerró en 1963.

El millón de inmigrantes rusos y los 100,000 etíopes que han llegado a Israel en las últimas décadas también han sido absorbidos sin ayuda de organizaciones de las Naciones Unidas.

Referencia:David Mandel

0 comentarios :

Publicar un comentario

Gracias por comentar,Los comentarios están siendo moderados y serán publicados a la brevedad.

 
Subir Bajar