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25 de enero de 2015

Seis momentos claves de la historia de los judíos en Francia



seis momentos claves
Un miembro de la comunidad judía francesa tiene una señal durante un mitin
en Jerusalén el 11 de enero de 2015, para demostrar el apoyo de Jerusalén
para Francia y la comunidad judía. Gali Tibbon-AFP / Getty


Por Noah Rayman

Comprender cómo la historia modeló a la comunidad judía de Francia, desde la Revolución Francesa hasta la actualidad

El mortal ataque a un supermercado kosher en Paris, el viernes pasado,  confirmó los temores de muchos judíos - franceses que el antisemitismo es una amenaza, persistente y creciente, en Francia. Ya, miles de judíos partieron hacia Israel, como consecuencia del disparo, en 2012, a una escuela judía y el ataque, el año pasado, al Museo Judío en Bélgica.

La historia de la comunidad judía en Francia, de alguna manera, fue  modelada por el antisemitismo pero, además, por el tipo de apoyo que se recibió, la comunidad judía,  durante el fin de semana. El PM Manuel Valls declaró que: “Francia sin judíos, no es Francia” y una cantidad estimada en 3.7 millones de personas tomaron las calles, en solidaridad con las víctimas de la violencia del último fin de semana.

La comunidad judía en Francia “no está, como pensábamos,  aislada”, dijo el Rabino Principal francés Haim Korsia, luego de la marcha. “Durante meses, nos preguntamos  dónde está Francia? Hoy vimos a Francia, y la Francia que vimos era la viva imagen de las descripciones bíblicas de Jerusalén, donde los hermanos estaban unidos”.

Para aprender más sobre la situación por la que transita la población judía de Francia, TIME habló con Maud S. Mandel, Decana del College en la Brown University y autora de Muslims and Jews in France: History of a Conflict.

Aquí hay una mirada a algunos de los periodos clave que modelaron la historia de los judíos franceses:

    1. La Revolución Francesa 
Después de dos años de la Revolución (1791), Francia se convirtió en el primer país en la Europa moderna en otorgar a los judíos derechos iguales bajo la ley, estableciendo un precedente para Francia y un nuevo estándar para Europa,  en su totalidad. En esa época, había unos 40.000 judíos en Francia, viviendo, principalmente,  en la región oriental del país: Alsacia – Lorena, pero el proceso de la emancipación judía - que comenzó, en gran medida, con la Revolución tendría impacto duradero.

    2. Napoleón y el Gran Sanhedrín
La cuestión de si y cómo integrar a la comunidad judía a la sociedad francesa- problema conocido  como “la cuestión judía”-  persistió luego de la Revolución y el surgimiento de Napoleón Bonaparte, quien fue nombrado Emperador francés, en 1804. “La esperanza de los filósofos ilustrados y revolucionarios, que apoyaban la emancipación judía, fue que los judíos se integrarían al Estado como cualquier otro y que sus diferencias disminuirían”, dice Mandel. “Napoleón creía que tal cambio no estaba sucediendo lo suficientemente rápido, que los judíos no estaban mezclándose con las poblaciones de su alrededor”.

En 1806 Napoleón reunió a una asamblea de importantes líderes de la comunidad judía para aclarar sus lealtades políticas y religiosas. Un año después, los líderes religiosos se reunieron para lo que se llamó el Gran Sanhedrín, nombre de la Corte Suprema  judía en el antiguo Israel, para ratificar las declaraciones de la Asamblea. A través de este proceso, Napoleón  preguntó si las lealtades de los judíos franceses yacían sobre la comunidad judía o en la sociedad en general, dice Mandel. “Ese fue un gran momento.  Fue  en ese momento del  teatro político cuando los judíos se declararon a sí mismos como –primero y principal- ciudadanos franceses, y esa era su principal lealtad política”, dice. “Y luego, durante un periodo que llevó décadas, las sucesivas generaciones de judíos se integraron,  de manera más completa,  porque ya eran ciudadanos”.

    3. El Caso Dreyfus   
La suposición que los judíos se habían convertido en parte integral de la sociedad francesa fue sacudida a fines del siglo XIX. En 1894, el Capitán Alfred Dreyfus, que era judío, fue condenado de espiar para Alemania, generando un escándalo que duró una década. Dreyfus fue exonerado pero,  el periodo,  fue marcado por disturbios  y  prensa antisemita- así como también  por defensores no - judíos de Dreyfus.

Los judíos de Francia interpretaron el caso Dreyfus de diferentes maneras, de acuerdo con Mandel. Para algunos, la exoneración de Dreyfus representaba el triunfo de los valores republicanos franceses sobre la discriminación y la xenofobia. “Para muchos franceses judíos fue un signo que, el Estado,  podría apoyar la justicia y la inclusión”, dice Mandel. Pero, para otros, el escándalo fue la prueba que el antisemitismo era endémico a Europa. Una de las personas que sintió de esa manera fue el periodista austro-húngaro que informaba desde Paris, Theodor Hertzl- el hombre que fundaría el moderno movimiento sionista.

    4. El Holocausto   
La Segunda Guerra Mundial tuvo un impacto devastador en los judíos en Francia, como en todas las comunidades judías  a través de Europa. Incluso antes de la guerra, el influjo de refugiados judíos e inmigrantes, de Alemania y Europa oriental, dispararon una reacción antisemita. (Al final del siglo, había alrededor de 80.000 judíos en Francia; hacia 1939, 300.000). Como consecuencia de la invasión alemana, el recien instalado gobierno de Vichy ayudó, de manera voluntaria, a los nazis a reunir a los judíos en Francia, en particular a partir de las recientes comunidades de inmigrantes.  Fue una mancha en la historia francesa con trágicas repercusiones: hacia el fin de la guerra, más de 70.000 judíos fueron deportados de Francia, de los cuales solo unos  2500 sobrevivirían.

Por otra parte, el alto número de judíos en Francia que sobrevivió la guerra habló de la renuencia del pueblo a participar en la deportación nazi. “De los judíos que sobrevivieron muchos les deben sus vidas a ciudadanos franceses que los escondieron, de los oficiales, hasta el hecho mismo  que eran franceses y tenían toda clase de conexiones  en la sociedad francesa, que les permitía evitar el peor resultado”, dice Mandel. “Eso no significó que no perdieran sus propiedades  y sufrieran grandes pérdidas y dificultades durante el periodo de la II Guerra Mundial. Pienso que en eso se ve la tensión en la historia francesa”.

    5.Inmigración judía de África del Norte
En las décadas que siguieron a la Guerra, como Francia se retiró de Argelia, Túnez y Marruecos, grandes poblaciones de judíos de esos países huyeron. Muchos partieron hacia el reciente establecido Estado de Israel, pero otros fueron a Francia. La inmigración del norte fue más pronunciada en Argelia, donde la gente ya tenía ciudadanía francesa por el status especial de Argelia como colonia francesa; el 90 % de los judíos argelinos se dirigió hacia Francia. El influjo de África del Norte duplicó la población judía en Francia e introdujo nuevas costumbres a la cada vez más diversa comunidad judía. Los judíos de África del Norte estaban más deseosos que sus predecesores en Francia de comprometerse en política a través de las líneas étnicas, saliendo en fuerte apoyo a Israel durante la Guerra de los Seis Días.

“Desde esa época, la comunidad judía fue  mucho más visible en el apoyo a Israel”, dice Mandel. “Además, estuvo  más cómoda expresando una política étnica dentro de la corriente principal del discurso político francés”.

    6. Tensiones judeo-musulmanas   
La llegada de judíos del Norte de África coincidió con un influjo masivo de trabajadores inmigrantes musulmanes, también en gran parte del norte de África. Mientras que había choques ocasionales entre esas dos poblaciones de inmigrantes, los inmigrantes judíos y musulmanes siempre vivieron, uno al lado del otro, durante  los primeros años. Al comenzar los años 1980,  las tensiones comenzaron a surgir, en especial  cuando el Estado fracasó de integrar, por completo, a la comunidad musulmana dentro de la sociedad francesa. “La diferencia fue visible, y causó resentimiento e interfirió con su capacidad de trabajar, en conjunto,  debido a que las necesidades de ambas comunidades eran tan diferentes”, expresa Mandel. Esas tensiones fueron solo intensificadas por el actual conflicto palestino israelí.

Mandel distingue entre las tensiones persistentes y los ataques de alto perfil contra judíos, que alimentaron temores de escalada de antisemitismo desde los años 2000. Esos, dice Mandel, están ligados al terrorismo islámico global. “Quiero ser  clara:  ese fenómeno no se ejecuta a través de la gran y diversa población musulmana de Francia”, sostiene. “Se trata de un elemento marginal”.

Mientras tanto, los judíos franceses- la tercera población judía más grande en el mundo, luego de EEUU e Israel- están más integrados a la sociedad francesas que nunca antes, dice Mandel. “La trágica ironía es que, en este mismo momento en que hablamos sobre la mayor espina de antisemitismo en Europa desde la II Guerra Mundial”, dice, “es  un momento en que podemos destacar los modos en los que las formas anteriores del antisemitismo disminuyeron, de manera significativa”.

Referencia:Cidipal

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