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31 de mayo de 2012

El líder del Comité Judío Americano y las diez razones por las que admira a Israel




El director Ejecutivo del Comité Judío Americano (AJC, por sus siglas en inglés), David Harris, salió al cruce de las reiteradas informaciones periodística contra Israel y destacó que la identidad del pueblo judío se centra en “la fe de su gente, su pueblo y su tierra”.

En una columna de opinión titulada “Diez razones por las que admiro a Israel”, el dirigente comunitario resaltó la importancia de la tierra de Israel para el pueblo judío. “Jerusalem, física y metafísicamente, está en el centro de la existencia judía. La determinación de los judíos por reafirmar ese vínculo miles de años después es impresionante”, dijo.

En el segundo escalón de las razones por las que admira a Israel, Harris apuntó que “aquellos que vivían o que volvieron a la tierra (de Israel) antes del renacimiento del Estado en 1948, enfrentaron desafíos indescriptibles”.

“Esos desafíos –continuó- podrían fácilmente haber derrotado a las personas menos determinadas. El propio terreno era duro e inflexible. Los pantanos estaban infestados de enfermedades. El agua era escasa. Grupos árabes errantes los ponían en riesgo. Pero ellos insistían”.

El dirigente del AJC apuntó en tercer lugar que “estos pioneros, contra todo pronóstico, dieron a luz a un campo tras otro, árbol tras árbol, trabajo tras trabajo (para los judíos y árabes por igual), y barrio tras barrio”.

Asimismo, en el cuarto lugar, Harris comentó que la política de Estado se adoptó sin complicaciones.

En este sentido, el dirigente señaló que a 50 años de la visión de Teodoro Herzl, “renació una nación judía a partir del Plan de Partición de la ONU de 1947”, que instaba a la creación de un estado árabe y otro judío y obligaba a Gran Bretaña a abandonar el territorio.

“En quinto lugar, el liderazgo judío entiende que la mitad de un pan es mejor que nada. Mientras que los judíos hubieran deseado un estado más grande, y creen que los hechos históricos lo justifican, el pragmatismo prevaleció sobre el maximalismo. Y ahí radica la diferencia fundamental entre los líderes judíos y árabes de la época, y desde entonces”, sostuvo Harris en la columna de opinión publicada por The Jerusalem Post.

Para Harris, “el Plan de Partición de 1947 podría haber resuelto las aspiraciones nacionales de los judíos y árabes por igual (es decir, los palestinos, aunque el término no fue utilizado por la ONU)”. “Pero la insistencia árabe en el pan entero desencadenó la guerra. La guerra, a su vez ha creado el problema de los refugiados palestinos, y que el sueño de todo el pan continúa siendo alimentado por los dirigentes palestinos”, añadió el dirigente.

“En sexto lugar, la guerra de 1948 para aniquilar el nuevo Estado podría haber sido la primera y, sí, la última guerra de Israel, pero no fue así. Ampliamente superados en número, los 650 mil judíos podrían haber sido vencido por los cinco ejércitos árabes, incluyendo a los jordanos británicos entrenados”, dijo Harris, quien valoró el esfuerzo de los israelíes para imponerse y defender su derecho a existir.

En el séptimo lugar, Harris destacó la “extraordinaria” capacidad de Israel para defenderse. “Un país del tamaño de Nueva Jersey, sin una topografía militar favorable, ha resistido repetidos ataques de todo tipo, guerras, disparos de misiles, ataques suicidas con bombas, secuestros, guerra jurídica, y hoy en día libelos de sangre”, sostuvo.

Harris resaltó en el octavo lugar, la capacidad de Israel para forjarse en “la sociedad vibrante que muchos predijeron”.

El líder del AJC se preguntó también cómo Israel pudo absorber a los judíos procedentes de decenas de países con diferentes idiomas, tradiciones políticas, normas culturales y prácticas religiosas. “¿Cómo puede Israel forjar un Estado democrático cuando tantos refugiados procedían de países no democráticos, países árabes y sociedades comunistas?”, se preguntó.

“64 años después de que el renacimiento de Israel, se puede decir que las fuerzas centrípetas que obligan al Estado en conjunto son muy superiores a las fuerzas centrífugas en el trabajo -y eso es toda una hazaña, dada la magnitud de cada uno de los desafíos”, afirmó.

“En el noveno lugar, frente a la incesante amenaza y peligro, Israel podría haber convertido la esperanza hacia el interior, abandonado y renunciado a la paz, pero con toda seguridad no lo ha hecho”, subrayó.

Harris indicó que pese a los reiterados fracasos por llegar a un acuerdo con sus vecinos, “Israel todavía se aferra a la creencia de que la paz, basada en el compromiso importante del territorio y una solución de dos estados, es posible”.

En la última posición, el titular del AJC destacó que los turistas ven lo que es Israel cuando pisan el territorio hebreo.

“Muchos que visitan por primera vez han comentado que no tenían idea de que Israel era tan pequeño o que se enfrentaba a retos de seguridad tan complejos”, sostuvo, a lo que agregó que muchos “no tienen idea de que el árabe es un idioma oficial y los árabes israelíes, incluso aquellos que se oponen a la existencia misma del Estado, han sido elegidos para el parlamento israelí”.

“Ellos eran conscientes de que las iglesias y las mezquitas se encuentran en todas partes, con plena libertad de culto protegido”, aseguró.

“Durante casi 2.000 años, los judíos sólo podía soñar y orar por el renacimiento de Israel. Hoy en día, es la vida, la respiración, y la realidad palpitante. Y yo me encuentro entre los afortunados para ver como se despliega ante mis propios ojos”, concluyó Harris.


Referencia:itongadol

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