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16 de noviembre de 2014

Como los puestos de empleo en tecnología quedan vacantes. Israel busca contratar más árabes





Por Gwen Ackerman y Alisa Odenheimer

Joseph Karkaby, árabe israelí (24), fue electo para un puesto interno, subsidiado por el gobierno, mientras estaba en el college. Sus notas eran muy buenas. No  recibió, sin embargo,  respuesta a las cientos de currículos que envió  luego de su graduación   hasta que quitó referencias de su antecedentes, incluyendo el cambio de su ciudad natal (la ciudad árabe Shfaram) a Haifa, de mayoría judía. “En tres semanas tuve tres contratos para elegir”, dijo Karkaby, cuyos orígenes árabes se hicieron, con prontitud, evidentes  en las entrevistas cara a cara. 

Solo uno, entre cinco árabes israelíes con un título en Ciencias de la Computación,  trabaja en el área y un nuevo programa de gobierno intenta cambiar esa situación. Como parte de un incentivo,  para sumar  300.000 puestos en el sector árabe - israelí para 2020, el Ministerio de Economía destinó un presupuesto, de más de 40 millones de shekels ($ 10,5 millones) para los próximos tres años, destinado a  integrar a una de las poblaciones de mayor crecimiento del país en su industria más promisoria. “Consideramos al empleo como un componente muy importante en el crecimiento económico y en el cierre de la brechas sociales”, dijo Michal Tzuk, representante ministerial a cargo de los programas de empleo.

Una creciente escasez de trabajadores en tecnología está haciendo que, la integración de árabes israelíes (representan un quinto de los 8,2 millones de habitantes de Israel) sea, incluso, más urgente. Alrededor de 7000 nuevos empleos fueron creados, cada año, en tanto que son menos de 5000 los graduados que los cubren, informó el Ministerio de Economía.

A pesar de su escasez, alrededor del 40 por ciento de los graduados en tecnología árabes-  israelíes terminan enseñando en lugar de trabajar en el área, de acuerdo con Tsofen, organización no gubernamental árabe-judía, cuyo objetivo es integrar a los árabes- israelíes en el mundo tech.

Los árabes - israelíes enfrentan una serie de ventajas cuando buscan los tipos de empleo que Karkaby encontró rimero en Comverse, de tecnología del negocio de las telecomunicaciones, y luego en Galil Software, establecida para traer a los árabes hacia la industria tecnológica. Debido a que la mayoría están exentos del proyecto, no pertenecen al círculo interno de veteranos de las unidades de tecnología militar de elite y son desconocidos para los reclutadores. Algunos árabes israelíes dicen que sufren discriminación. Una carga extra es que, la mayoría de los empleos en tecnología, están en la zona de Tel Aviv, a 90 minutos en auto desde el norte, donde vive la mayoría de los árabes israelíes.

Amnon Be ´eri-Sulitzeanu, co-director ejecutivo del Abraham Fund Initiatives, grupo que promueve la coexistencia árabe- judía en Israel, dijo que el gobierno se está moviendo en la dirección correcta. Al mismo tiempo, “hay mucho para hacer”, incluyendo una iniciativa que la tecnología “se diversifique y no recaiga solo en el ejercito  como fuente de recursos humanos”, dijo.

La tecnología representa alrededor del 40 por ciento de las exportaciones industriales israelíes, mientras que las ventas al exterior alcanzar casi  un tercio del PBI. Un libro (2009) de Dan Senior y Saul Singer, denominó a Israel como “Start-Up Nation” por sus emprendimientos tecnológicos. El impulso para atraer a más árabes- israelíes a las compañías de tecnología llega en un momento en que la economía está creciendo, de manera mas lenta,  desde 2009.

“Solo el 10 por ciento de la fuerza laboral israelí está en alta tecnología y quisiera que fuese el 20 por ciento”, dijo el Científico principal,  Avi Hasson. “Un modo de hacerlo es expandir y atraer a los árabes -israelíes como, también, a los ultra ortodoxos. Este es el desafío y no están subestimando las dificultades”.

Tsofen dice que solo 350 ingenieros árabes trabajaban, hace seis años,  en tecnología. Ahora, alrededor de 2000 lo hacen, totalizando, casi,  el 2 por ciento de los trabajadores en tecnología.

“Lo que hacemos es dar esperanza”, dijo Sami Saadi, co-fundador de Tsofen. “El gobierno no invirtió en la comunidad árabe durante 60 años”. Más de la mitad de los árabes- israelíes viven en la pobreza, comparados con el 19 por ciento de los judíos, de acuerdo con Tsofen. El promedio mensual de salario para los árabes es de 75990 shekels (comparado con 13.246 para los judíos).

La suma que el gobierno destinó para el programa de empleos de tecnología es parte de un total de 1.2 billones de shekels adjudicados para fomentar el empleo árabe. En febrero, el Fondo Monetario Internacional advirtió que la economía israelí se desacelerará, de manera significativa, a menos que los árabes israelíes y los judíos ultra ortodoxos sean integrados dentro de la fuerza laboral.

“La alta tecnología conduce a la economía israelí”, dijo Smadar Nehab, directora ejecutiva de Tsofen. “Es imposible pensar que el 20 por ciento de la población no quede incluida”.

La apertura de un centro de alta tecnología en Nazaret, la mayor ciudad árabe en Israel,  es un signo que las cosas se mueven. Amdocs Ltd (DOX), de software de facturación, tiene una sucursal en esa ciudad  y emplea, casi,  a 200 personas, el 85 por ciento  árabes, de acuerdo con Tsofen. Una incubadora, parcialmente financiada por el Ministerio de Economía, está a solo pasos de la Basílica de la Anunciación.

Para las mujeres árabes,  en particular, la proximidad al hogar es importante de manera que,  Nazaret,  ofrece una buena opción. Tsofen, que dirige un programa de entrenamiento diseñado para dar a los árabes la experiencia laboral que los judíos obtienen en el ejercito, dice que ubicó  el 80 por ciento de sus 350 graduados en empleos.

El Ministerio de Economía está subsidiando el empleo  árabe en el sector de tecnología, mientras que la Oficina Científica ofrece financiación (del 85 por ciento)en start ups manejadas por árabes, comparado con el 50 por ciento para pares judíos. ”A la innovación le gusta la heterogeneidad”, dice Hasson,  Científico- Jefe. “Cuantos más modelos de rol haya, mejor será”.

Ameen Abu Leil (24), líder de equipo de Galil Software, dijo que sus padres no le hablaron durante dos semanas después que  dijera que quería estudiar Ciencias de la Computación. “Querían que estudiara medicina,  porque era el único trabajo para que, los árabes inteligentes, encontraran trabajo”, dijo. Cuando se graduó en el Technion  en Haifa, Abu Leil envió 1115 CV. Nadie respondió. “Estaba muy decepcionado”, dijo. “Por primera vez en mi vida, mi papá tenía razón”. Luego, un amigo le pidió reunirse con un potencial cliente de Galil para persuadirlo que los árabes - israelíes podían hacer el proyecto como los judíos. “Me llevó media hora convencerlos. Hablamos y Caminábamos. Caminábamos y hablábamos. Conocíamos  el material”, dijo. Hoy, es vice Presidente de los proyectos de clientes en Galil.

Referencia:Cidipal

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